En 2011 serán las próximas elecciones autonómicas. Los principales partidos en la Comunidad han dado el pistoletazo de salida en la carrera hacia la cita electoral.
La izquierda debe perfilar a quien se va a dirigir de manera constante. En este sentido, el reto es doble: se debe movilizar a las bases sin renunciar a atraer a los indecisos en un contexto social y económico donde cualquier mensaje o idea que se transmita pasará inexorablemente por el filtro o estado de animo generalizado a causa de la crisis y el paro.
Tarea complicada que ha de hacerse además sin distorsionar, sin engañar ni pretender ser lo que no se es. Ya se sabe que la autenticidad es un valor muy apreciado, además de la honradez.
Partamos de la idea de los “indecisos”. La mayoría lo es o más bien, son minoría quienes se identifican plenamente con los colores o siglas de los partidos políticos. Son este tipo de personas las que conforman la mayoría del espectro en el conjunto de la sociedad y por lo tanto quienes deben conformar el centro de atención para la izquierda.
Es habitual encontrarte con gente o amigos que son conservadores en cuestiones fiscales de subida de impuestos, en cambio son progresistas en cuestiones sociales, ambientales... En una misma persona coexisten visiones ideológicas contrarias y creo que esto sucede muy a menudo.
Me quedo con la idea en que en el interior de cada persona hay una parte progresista, de izquierdas… conozco a pocos que sean puros 100% de una tendencia u otra.
Es a estos progresistas parciales a los que debiera dirigirse convenientemente las ideas y las propuestas que formule la izquierda estableciendo diferentes vias de enganche en diferentes materias y no solo en las políticas habituales del debate entre partidos del día a día.
Pero cuales son esos resortes que conectan con esa parte del progresista parcial que casi todos llevamos dentro? Ayer me comentaba un amigo que ya todo le suena a lo mismo cuando pone la tele y escucha a los políticos, a los periodistas… y me decía que si no era posible oir algo nuevo. Decía que sabia que de la derecha podía esperar lo mismo de siempre pero que necesitaba un “guiño”, un “algo”, lo definía desde la izquierda.
Me temo que a la izquierda no le valdrá, una vez más, solo con tener buenas propuestas y limitarse a decirle a la gente los problemas que tiene. Necesitará algo más para conectar, movilizar y para lograr el cambio que a muchos en mayor o menor medida nos gustaría probar en Castilla y León.
Cuales son esos resortes?
Ander Gil