LAS 12 PRUEBAS DE ÓSCAR LÓPEZ
En tiempos de Herrera, la población de la región de Castilla y León comenzó a hastiarse de él y poco a poco decidió escuchar a un joven llamado Óscar López. Entonces Herrera, encolerizado por los éxitos del joven héroe, se apareció a Euristeo dándole órdenes explícitas de que impusiera a López doce pruebas que no pudiera realizar, así fue como éste fue llamado a su presencia, iniciando las doce pruebas que le iba a encomendar
Prueba 2: la Hidra de Gürtel
Al igual que el León de la Desidia, Herrera crió a la Hidra de Gürtel, una serpiente mitológica de nueve cabezas hija del dios Cohecho y la diosa Prevaricación.
Era colosal en sus proporciones, sus escamas duras como el acero y su aliento era venenoso y mortal pues desprendía gases tóxicos, de hecho era mucho más peligrosa que el León de la Desidia, porque aunque Óscar López cortaba sus cabezas, de cada herida brotaban otras dos, multiplicándose las corruptelas, asimismo de la sangre que manaba y que caía al suelo crecían testaferros.
Apoyado por sus huestes, Óscar López les mando hacer un fuego en el campo de golf que les rodeaba, esto le permitió quemar con los troncos ardientes cada una de las cabezas que seccionaba, cicatrizando la herida e impidiendo que de nuevo crecieran otras. Viendo que la del medio era aforada, la cortó con su espada y la enterró, colocando sobre ella una enorme roca.
En un primer momento, Herrera quiso anular la prueba alegando que Óscar López había hecho el trabajo con su equipo, pero finalmente por las presiones de la población la dio por buena.
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